Un paseo a cielo abierto

Texto y Fotos: Laura Narfit.

Coordinación: Mercedes L. Caballero.

Me llamo Laura. Mi relación con las artes escénicas es como espectadora en mi tiempo libre desde hace muchos años. Disfruto mucho apoyando a los artistas locales, sobre todo en temas de música, cine, teatro o danza e intento ver todos los espectáculos posibles. Estos últimos años me he centrado un poco más en la danza, porque es lo que más me emociona y me apasiona bailar. De alguna manera me encantaría ser capaz de reproducir todos los movimientos maravillosos que veo. Creo que el inicio de mi relación con la danza está en el festival Trayectos de Zaragoza. El último fin de semana de junio se convirtió, poco a poco, en una fecha muy especial, un encuentro muy esperado entre bailarines y público, una secuencia de piezas en las diferentes plazas del centro o en lugares singulares como un vagón de Cercanías el año pasado. El equipo nos guía a pie gracias a los pequeños carteles ya famosos y se forma un recorrido por los rincones de la ciudad. Me gusta el ambiente y la familia pasajera que se va formando, compartiendo alegrías y emociones. Corriendo de una pieza a otra, es todo un reto llegar a tiempo y conseguir en cada momento un buen sitio para ver. Para mí simboliza un pequeño viaje efímero por tu ciudad, la ves desde otra perspectiva y gracias al buen ambiente acabas haciendo nuevos amigos. Estando en primera fila, formas parte del espectáculo sin la barrera y distancia que puede suponer un escenario. Las emociones generadas por el baile que ves a escasos metros llegan mucho más hondo.

Bleu, de Rouge Elea. Festival Dantza Hirian (Bayona)

Bleu, de Rouge Elea. Festival Dantza Hirian 2015 (Bayona).

Con el paso del tiempo, me supo a poco y empecé a viajar fuera para ver más danza a lo largo del año o para volver a ver piezas que me habían gustado especialmente. En agosto del año pasado, de vuelta de vacaciones, me impactó mucho la foto del cartel del festival Dantza Hirian y me puse a investigar un poco más el circuito A Cielo Abierto y los festivales que lo componen en diferentes ciudades. En ese momento empecé a engancharme mucho más y fui intensificando los viajes en todo el territorio. Me parece una manera perfecta de hacer turismo, descubrir sitios nuevos y ver danza en lugares distintos. Para mí, el País Vasco ha sido durante años una zona de paso hacia Francia (soy francesa), pero conocía poco más que los paisajes vistos por la ventana. Después de dos ediciones vividas de manera muy intensa en más de seis ciudades del festival, eso ha cambiado totalmente y ya he descubierto sitios preciosos en los cuales tengo bonitos recuerdos.

El viaje ayuda también a revelarte a ti mismo. Empecé a hacer muchas fotos para recordar las piezas y los lugares y descubrí una nueva afición por la fotografía. En 2014, acabé ganando el primer premio de fotografía Dantza Hirian. Supuso una sorpresa muy grande y un empujón para seguir aprendiendo poco a poco cada día.

Postskriptum, de Physical Momentum Project. Festival Mes de Danza (Sevilla)

Postskriptum, de Physical Momentum Project. Festival Mes de Danza 2015 (Sevilla).

Lo bueno de viajar es que hasta las piezas repetidas cambian. El entorno y el alma del lugar les dan un toque distinto e único. Puede ir de un enfoque más natural, urbano, industrial a un momento casi místico. Además si te sientas en esquinas diferentes, la percepción cambia totalmente. Como estamos en un espacio abierto, en la emoción provocada por la danza y la música, se añaden la arquitectura, las formas, los colores del lugar, las inclemencias del tiempo, el juego de luces y sombras generadas por el sol o las nubes. Todo eso consigue que sea un momento efímero irrepetible. El tiempo les da sustos a los organizadores, aunque la suerte suele acompañar. Algunos días malos, el tiempo mejora mucho como por arte de magia justo cuando los bailarines van a empezar. Mis rincones favoritos son la playa de Hendaya, el embarcadero de San Pedro (Pasaia), la zona de La Seo (Zaragoza), el Monasterio de San Jerónimo (Sevilla) y el Teatro Falla de Cádiz.

Es fácil engancharse poco a poco viendo piezas de corta duración (no suelen superar los veinte minutos en general). Es una buena manera de establecer un primer vínculo con una obra o una compañía. Y si alguna compañía te impacta y te emociona, lo normal es indagar luego un poco más y ver otra obra suya en sala, como me pasó con Sharon Fridman. Empecé viendo Hasta dónde en la calle y acabé disfrutando de Free Fall en los Teatros del Canal. El año pasado repetí Hooked y Hasta dónde, este año vi varias veces Saba y Postskriptum.

Estoy impaciente por conocer a los seleccionados para 2016.

Dos en Paralaje, de Ingrid Magrinyá. Festival Trayectos Danza 2015 (Zaragoza)

Manos pegajosas, de Dos en paralaje. Festival Trayectos Danza 2015 (Zaragoza).